Ya no es un secreto a voces. Es una realidad que tiene tiempo en la arquidiócesis. No se trata de uno si no de varios Sacerdotes, unos laboran en la Curia, otros ya están en parroquias. El caso que el mismo Arzobispo sabe y no ha dicho nada, lo supo desde el inicio y de hecho se codeo de ellos y ahora son sus fieles colaboradores.
El lobby gay en la arquidiócesis de Tijuana es tan fuerte que muchos prefieren no meterse con ellos. Han logrado ejercer un poder que muchos ni se imaginan. Influyen en algunos nombramientos, se tapan sus fechorías, se defienden e incluso se reúnen en pequeños grupos. Si analizáramos el control del poder dentro del presbiterio tijuanense el grupo que pertenece al lobby gay tiene una fuerte influencia.
Es quizá a este grupo el cual el mismo Eduardo Ortiz peleo tan aferradamente por quitarles su influencia dentro del Seminario, incluso es hacia este grupo en el cual el mismo Ortiz Alonso peleo y envío una carta a Roma donde acusaba al mismo Arzobispo y a otros Sacerdotes dando nombre y apellidos de lo que el este grupo se refiere. Pero Ortiz no lo supo hacer, porque le falto prudencia.
Es una realidad que es una especie de cáncer que aqueja a esta Iglesia particular, que tendrá que esperar al próximo Arzobispo o a una intervención directa de parte del Vaticano para quitar este mal que tanto hace a Tijuana.
En las siguientes semanas daremos a conocer los principales actores del Lobby gay del arzobispado de Tijuana.